sábado, 28 de agosto de 2010

Relato previo al apocalipsis...

 Para poder justificar la extraña alianza que me unirá a Eldar Oscuros y Necrones, he creado este relatillo...

   La Vidente Al´Speek sintió como su veloz Vyper modificada protestaba con un crujido tras el brusco cambio de dirección, noto la torsión del chasis de hueso espectral como si estirase su esbelto cuerpo. Normalmente no conduciría a tal velocidad por el interior del mundo astronave, pero en esta ocasión era diferente.
    
   Se encontraba  emocionada e impaciente como no lo había estado en los últimos tres siglos, ya que pese a la juventud que ostentaba para los estándares de su raza, la Senda del Brujo en la que se encontraba atrapada la había hecho madurar mucho más rápido que sus iguales de su generación. Se había convertido en una de las Videntes más jóvenes de Saim Hann, y tras la muerte de su madre, había heredado el Matriarcado de su clan mucho antes de lo que hubiera deseado.
     
   Llego a una pálida plataforma donde descansaban en una gravitación perezosa una docena de motos rojas más, todas reconocibles para ella tras un rápido vistazo por las inscripciones de los carenados.  Descendió grácilmente de su nave, desconectando las conexiones psíquicas que la unían a los controles y que hacían que solo ella pudiera pilotarla. Su larga túnica carmesí entonaba un monótono rumor cuando rozaba el suelo, y los portales que daban a los templos especialistas pasaban rápidamente a su lado mientras bullían de actividad.
      
   No recordaba cuando se produjo la última visita de un Señor Fénix a su mundo, pero además la relación del Dragón con Saim Hann era especialmente estrecha, grandes eran las gestas que había obtenido junto a los jinetes salvajes, y para ella era un honor sin precedentes que hubiera elegido el templo de los Dragones Llameantes bajo la protección de su clan.
    
   Su larga meditación sobre la naturaleza del conflicto que la había enfrentado a sus hermanos de Alaitoc hacía pocos meses la había tenido confinada en la Cámara de los Videntes de Cristal, y por ello era la última en llegar al conclave que se estaba produciendo en el austero y  espartano templo.
  
   Cuando llegó, el Autarca Sínope y su propio padre, el Vidente del Destino Leibasil, ya se encontraban con los Exarcas del templo y el propio Señor Fénix. La presencia de Fuegan, la Lanza Ardiente, era imponente incluso sentado en el suelo, con las piernas cruzadas, como se encontraba el Maestro de Exarcas.
    
   Su armadura refulgía con el característico color verde de los Dragones de aquel templo, sin duda como símbolo de las raíces del propio santuario en aquella legendaria figura. Le flanqueaban los dos Exarcas que Al´Speek bien conocía, vestidos con sus sencillas túnicas ceremoniales. Era un contraste tremendo encontrar a tres figuras con tanto potencial destructivo como el que guardaban aquellos tres seres transmitiendo una calma serena y resignada, si bien la posición corporal de su padre y del Autarca Sínope le decían a la joven Vidente que algo les contrariaba de sobremanera, rompiendo la armonía psíquica de aquel circulo.

-          Mi señor, nos honra de forma indescriptible con su presencia en nuestro templo – dijo la Matriarca del clan tras una prolongada reverencia.
    
   Los dos dignatarios de su propia sangre la invitaron a sentarse, pues aunque ella misma ostentaba el poder en el clan, introducirse en una reunión ya comenzaba era algo impropio de hijo de Asuryan.

-          Gracias mi señora – la voz de Fuegan resonaba con mil ecos tras su incandescente casco- pero me temo que no podré permanecer aquí mucho tiempo. Nos espera un extraño y repugnante conflicto, donde tendremos que ayudar a los durmientes a acabar con los advenedizos Mon-Kei
    
   La mera afirmación dejo contrariada a la propia Vidente, su propio clan se había enfrentado a los ancestrales Necrontyr hacía relativamente poco, y había perdido hombres muy valiosos en aquel enfrentamiento, incluido un Exarca de los valerosos Dragones.

-          Esa no es la peor parte –musito su padre en con tono perdido y ausente- tendremos otra ayuda impensable, tanto, que seré yo mismo quien se una a los Vengadores para ayudar a nuestros hermanos a pasar por el vil trance que nos espera

-          Antes de partir a buscar la oscura ayuda que nos espera, la Troupe de la Telaraña ha sido clara–la voz del Señor Fénix no dejaba espacio a la duda o la réplica- los durmientes deben hacerse con el control de Pourdescous para que su mal sea el menor de los posibles.  Debemos aliarnos con el mal para un futuro mejor, debemos ser el mal para un futuro mejor.

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