miércoles, 23 de enero de 2013

Continuación del trasfondo.

   Cuando comencé el proyecto del capitulo, escribí  un breve trasfondo con las ideas que tenía en la cabeza, nada especialmente original la verdad. Pero la denostada GW me dio la idea cuando, en el último Codex Caos, publicó una lista de capítulos excomulgados entre los que aparecían Los Centinelas.

   Aunque obviamente es tan sencillo como ignorarlos, me comentaron que mi capitulo teóricamente fue castigado a una cruzada en el Ojo del Terror donde sucumbieron a Slaanesh y al canibalismo. Una historia perfecta desde la que coger a mis tropas y darles una historia hasta la actualidad.

    Quería alejarme del formato más esquemático de la descripción del Capitulo para seguir narrando su historía de forma narrativa, por lo que mi Capitán  Tzu Woo, contará su propia historia para dar trasfondo a mis miniaturas.

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982.M41
Puente de mando del "Centinela", Barcaza de origen desconocido.


   La negrura del espacio reflejaba la más obsoluta de la nada contra las mamparas del puente de mando, nada salvo la perdida mirada del Capitán Tzu Woo, que buscaba respuestas donde nunca las encontraría. Al menos habían salido de la Disformidad y la mera visión de la negrura perlada del espacio le tranquilizaba.

   Todavía se encontraba empapado en sudor y hollín del combate más meritorio, complejo y duro de una larga vida de luchas, aunque irónicamente también  había resultado el más trágico, carente de honor y gloria; y horrible de los que jamas hubiera o fuera a librar.

   En las últimas décadas había vivido en la más pura rabia, contenida en lo más profundo de su ser, tal y como se le había entrenado en una marcial educación que consideraba las emociones el peor de los enemigos de un soldado. Pero si la Voz del Emperador les castigaba a una misión suicidad en el Ojo del terror, ¿Quién era él para cuestionar la voluntad de Emperador? Le habían educado bajo su sabiduría y había entregado su existencia a servirle de la única manera que sabía, imponiendo su voluntad por toda la galaxia a sangre y fuego.

   Por eso la falsa acusación de herejía fue peor que cualquier impacto de los que sus carnes hubieran probado. Había luchado junto a hermanos Astartes de dudoso honor, pero él hubiera hecho todo lo necesario para cumplir sus ordenes, incluso luchar junto a Xenos u otros Astartes de los que nadie respondería.

   Ordenes, algo que ahora se le antojaba extraño. Ya no había nadie por encima suya en la cadena de mando para dárselas. Sus superiores habían caído en combate... o algo mucho peor les había ocurrido. Tuvo que ser la disformidad, algo horrible pasaba en aquellos planetas; algo tan odioso, antinatural y hambriento que se hizo con la mayoría de sus hermanos en segundos. Los que no se transformaron lucharon con valía, pero aunque aún no era capaz de asimilarlo, fueron devorados por sus propios hermanos.

   Él mismo había tenido que abatir con su fiel bólter a dos miembros de su escolta. Dos Veteranos con los que había servido en todos los infiernos de la galaxia, que se volvieron contra él como seres rabiosos. Lo peor fue ver como gozaban con cada proyectil que les destrozaba el torso. Gracias aquello al menos entendió que estaban solos, que era inútil intentar alcanzar los retazos de humanidad que pudieran quedar en aquellos seres.

   Tras ello todo sucedió muy rápido, tanto que rememorarlo, además de doloroso, le resultaba terriblemente  difícil. Sabía perfectamente que el combate había durado el equivalente a 32 horas y 43 minutos de Terra; pero en ese momento hubiera jurado ante el Emperador que llevaba años peleando. Por fortuna, en cuanto la situación ser torció más allá de lo imaginable, su omnisciente entrenamiento le hizo reaccionar sin dilación  Si conseguía llegar a las Thunderhawk, y alguna todavía operaba, tendría una ventana de oportunidad de llegar a la Barcaza que había sido su hogar desde los 7 años.

    El problema era salir de aquella batalla... masacre, realmente estaba siendo una masacre. Recordaba haber disparado incesantemente, con sus conmocionados hombres hombro con hombro haciendo lo propio. Su horror y el de sus tropas ante la locura caníbal de sus propios hermanos se convertía en imparable y preciso odio, abatían decenas de enemigos por minuto, pero su situación era más desesperada a cada segundo.

    Sí que recordaba con nitidez la primera vez que los vio. Ya había asumido que le quedaban menos de 5 minutos de vida, y ya solo se concentraba en llevarse a todos aquellos bastardos engendros babeantes de sangre antes de convertirse en el festín de alguno de ellos; cuando,de forma completamente inesperada, el más próximo a su flanco sencillamente reventó. Pronto sus infernales camaradas empezarían a caer a su alrededor bajo precisos disparos de bólter.

   Su primera esperanza, que no duro mucho, fue ver a sus hermanos y camaradas eliminando los falsos demonios que les habían sustituido. Pero solo pudo vislumbrar a tres Astartes, sin icono reconocible alguno, solo huesos y llamas decorando una armadura negra mate que no reflejaba la luz de los múltiples fuegos que le rodeaban.

   Por primera vez desde que fue nombrado miembro del capitulo por derecho propio, se quedo paralizado. Aquella misteriosa, precisa y brutalmente efectiva fuerza de combate, les estaba abriendo un camino por el que no se había permitido ni soñar desde hacía horas. Intentó contactar por radio en todos los canales de los que disponía, incluso se quito el casco temerariamente para gritarles; pero fue todo el exceso que se permitió antes de retirarse rápida pero ordenadamente hacía las Thunderhawks.

   Apenas media docena de las impresionantes cañoneras de desembarco estaban operativas. Eso era mentira. Sabía que las demás funcionaban, pero el problema eran sus tripulaciones. El Emperador al menos le otorgo la gracia de que sus ahora malditos hermanos que las tripulaban estaban  ocupados en sus macabros festines, abandonando las naves a su suerte y negando a sus nuevos aliados el apoyo aéreo que hubiera resultado funestamente definitivo.

   Con los escasos supervivientes que quedaban agotados, heridos y ensangrentados, había escapado del más terrible e increíble de los infiernos, solo para aterrizar en otra terrible prueba más.

    Continuará...

   

3 comentarios:

  1. Hola!!

    Te he dajado un Liebster.

    http://elpeonnyelrey.blogspot.com.es/2013/02/premios-liebster.html

    Un saludo.

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    1. Muchísimas gracias por el premio, ya en su día otro blogero me lo otorgo y yo hice lo propio. Un saludo.

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  2. Me gusta, queda muy bien y te da nuevas opciones, jugar con supervivientes leales o con caidos del capitulo

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