miércoles, 22 de abril de 2015

VIII Torneo GT AEPDA Barcelona 2015, Crónica y fotos 1/2


   Por segundo año no consecutivo, hemos sobrevivido al Torneo GT AEPDA Barcelona 2015. Este año la expedición de La Armada era más amplia, tomamos la senda hacía la ciudad Condal Gonfrask, Lord Príncipe y yo mismo; Polo salía de trabajar a las 6 y cogería el puente aéreo. Una pena que Lu se cayera de la expedición finalmente, se la echó de menos.

   Tras el largo viaje, llegamos de madrugada a Barcelona para comprobar que solo faltaba una cosa: la maleta con la ropa de Polo, pero por fortuna sus miniaturas si habían llegado. Era hora de descansar para afrontar la dura jornada del sábado.

   Nos plantamos en el club de la Asociación el Poder del Anillo puntuales, este año por motivos electorales no disponían de la sala de otras ediciones (en algún lado tienen que contar billetes nuestros políticos), pero el local del club esta genial: muchas mesas, fresco, bien equipado, abundante escenografía... espero que la envidia no se me notase mucho. Como en la anterior ocasión que asistí, había café, zumos y desayuno; cosa que se agradece. Tras desplegar las miniaturas para que la lista pasará el "cheking" (lista que por cierto estrenaba en el torneo xD), conocer a ilustres del mundillo y echarse un par de cigarros, era hora de empezar con el torneo en si.

   La primera ronda me enfrentaría a los Lobos Espaciales de Draven, había jugado contra Lobos desde la renovación pero no me había enfrentado a los Lobos trueno y al mismísimo Logan; tres escuadras capsuleras remataban la lista de mi rival.

Mi despliegue
Desde el otro lado.
   Desplegaría primero usando todas las coberturas que pude, por si me robaba la iniciativa, y muy cerca de los tres objetivos de mi lado. Como no conocía bien la capacidad del rival (y no porque él no se molestase en explicarlo, pese a estar afónico) me centraría el eliminar sus líneas capsuleras e ignorar a Logan y los Lobos de Trueno hasta que fuera inevitable.

Los lobos toman posiciones
   Mi rival desplegaría lo más adelantado posible, esperando a que llegasen sus capsulas. En los primeros compases de la partida la cosa estaba igualada, pude tomar los objetivos que me iban saliendo e intentar eliminar a su Señor de la Guerra (cosa que el Caballero casi consigue cuando este falló la tirada de cuidado señor, aunque el escudo tormenta le protegió).

Viznta haciendo amigos.
   Por contra, y gracias a la capacidad de las capsulas de caer donde fuera necesario, Draven también puntuaba regularmente. Ambos perdimos nuestras unidades de línea en los primeros turnos, victimas de quedarse expuestas al tomar objetivos, y la partida corría pareja hasta el turno 3, en el que no pude sumar objetivos y quede descolgado.

Cae la última capsula y controla el objetivo frente al objetivo.
   En los últimos turnos, los Lobos de Trueno estaban fuera del combate, se habían entretenido tomando objetivos en su propia zona de despliegue y destrozando mis motos al asalto. Logan ya se había cobrado a mi Autarca en combate singular, mi Prisma y entraría en combate con el Consejo, que gracias a los poderes Fortuna y Protección aguantaron bien el asalto del carro gravitico.

Los Dragones, tras perder el Serpiente, eliminan a la última escuadra táctica, la capsula y toman un objetivo.
   Aunque pude rascar algún punto, iba a remolque y sin primera sangre, y para más escarnio, en la ultima tirada de la partida el Consejo motero saldría huyendo dando a mi rival Señor de la guerra. Tras hacer el recuento de objetivos y diferencia de unidades eliminadas, mi clara derrota se traduciría en un 26-5.

   Pese a la puntuación, fue una partida muy entretenida y bastante pareja hasta el turno 3, Draven fue un rival muy amable que pese a dejarse la voz en Galicia me explico todos los detalles de su ejercito en todo momento, buena partida.

   Era ya la hora de comer, nuestros anfitriones se portaron con un menú bastante contundente, fideuá y pollo asado para que no nos fuéramos con hambre. Otro café, buena charla y a la segunda ronda.

   En esta ocasión también me tocaría un gallego, Ofuscao y su buena versión de los Fantasmas de Gaunt, con Yarrick haciendo del Comisario Coronel del Primero y único de Tanith en una lista sin un solo vehículo. Jugaríamos otra misión de Vórtice donde generas tantos objetivos como botines controles; adicionalmente la diferencia entre unidades eliminadas tenía mucho más peso que en la anterior misión.

Los Fantasmas de Gaunt toman posiciones.
   Ofuscao desplegaría primero (bajo la música de gaiteros que no sé si buscaba motivarle a él o despistarme a mi) bien parapetado en su línea aegis y las ruinas cercanas. El resto del ejercito eran 5 unidades de Veteranos paracas trufados de armas especiales, si bien eran unidades de 5 hombres que confiaba en poder eliminar según aparecieran.

   Visto lo visto, intentaría coger todos los objetivos con motos y Vyper para poder generar al menos 4 por turno y escaparme en la puntuación antes de que entrasen los paracas. Para entretener a la Guardia, lanzaría el Caballero, los Lanzas y el Consejo contra ellos.

Mi propio despliegue.
   El plan funcionaría a la perfección, más aún cuando robé la iniciativa y pude empezar a generar objetivos y puntuar; algunos de ellos tan favorables como los situados en mi lado del despliegue o lanzar poderes psíquicos. Mientras, las armas pesadas y los francotiradores de la Guardia se concentraban en el Caballero, que perdía la mitad de sus heridas en la primera salva; el Autarca y sus lanzas fallaban miserablemente en su maniobra de flanqueo y eran eliminados prematuramente tras una mala maniobra por mi parte.

Mi ataque por el centro se estrella contra la imperturbable Guardia Imperial.
   Viendo que el Caballero no duraría otro turno de disparo, lo lancé con el apoyo de los Dragones hacía la línea aegis, mientras las motos y las Vyper tomaban objetivos y eliminaban a los paracas que iban apareciendo. Al final de mi turno 3, creo que ganaba 8-3; y cometí el error de relajarme. Olvide que puntuaba bastante eliminar unidades completas, y en vez de centrarme en eliminar escuadras, fui picoteando entre varias.

El Prisma acaba cayendo por las armas especiales de la Guardia.
   Mi rival tiro de oficio, y cargo con todo contra el Caballero, al que bajaría a golpe de granada perforante y garra de combate de Yarrick. El resto de unidades abandonarían sus coberturas y empezarían a derribar motos y una de las Vyper, remontado la partida en los dos últimos turnos.

Los Dragones causan bajas pero son rechazados.
    Finalmente, la Guardia Imperial se haría con el campo de batalla y la partida. A objetivos la cosa quedo pareja (12-10 si no me falla la memoria), pero la diferencia de unidades eliminadas acabó de hundir el resultado hasta un doloroso 19-8. Y digo doloroso porque la partida estaba muy de cara en el turno 3, y en apenas 2 turnos perdí toda la ventaja y fui incapaz de mantener el resultado contra un rival que jugó mejor y sobretodo no le perdió la cara a la partida.

   Era el final de la jornada, hora de recoger y volver al apartamento, solo para coger aire e ir a la cena en un curiosa taberna del centro; donde pude charlas más tranquilamente con parte de la expedición gallega y picarme el gusanillo por acudir en algún momento al GT de Santiago. Nos hubiera gustado participar en la expedición nocturna (ríete de los Eldar Oscuros), pero Polo llevaba 36 horas sin dormir, y Gon y yo llevábamos un buen tute del día anterior (vanas excusas lo sé). Era, una vez más, el momento de la retirada hasta la jornada del domingo.

   Continuará...

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