viernes, 8 de abril de 2011

Cráteres acabados

He tardado una barbaridad, pero no en horas de trabajo realmente, sino precisamente por no poder invertir todo el tiempo que hubiera querido en este proyecto a lo largo de los últimos meses.

De hecho, creo que 12 de cráteres en 14 horas no esta mal, pero teniendo en cuenta que uno de ellos es una especie de peana escénica, creo que el acabado es decente para el tiempo invertido.

Los tres pequeños, que como bien me comentaron en el Foro de La Armada son "como impactos de mortero", apenas me llevaron 15 minutos para pintarlos. Son los que más recomiendo hacer por su sencillez y buen resultado:


Estos dos son más grandes, la base es de unos 18cm, y las paredes le llegan al cuello a un Astarte. Como sobrepasaba el tamaño CD, use de base platos de plástico. Fue una mala elección, tienen tendencia a combarse:


Hay 6 cráteres tamaño CD, me alegro haber elegido este tamaño para el grueso de la escenografía, son fáciles de guardar, lo suficiente como para dar algo de cobertura a la infantería, pero no tan grandes como para resultar engorrosos.

Hice dos tipos, unos con chatarra:


 La chatarra la pinte de Cota de malla (GW), dí un lavado con Negro (Vallejo) diluido, otro con Tinta Humo (Vallejo) diluido, lavados localizados en las zonas rugosas de la imprimación (spray de los chinos) de un viejo bote de Flesh Wash (GW); que fueron iluminados con Naranja Tostado (Vallejo) buscando hacer un efecto óxido muy exagerado.

Los otros tres cráteres fueron decorados con Cristales:


Los cristales de mis peanas no son más que matrices de plástico cortadas en plano por la base y afiladas en las puntas. Se pinta como una joya cada parte plana (sin volverse loco tampoco...) y luego se le da barniz brillante.


Esta formación de cristal en particular es lo que queda de una Rosa del Desierto que se me rompió en la mudanza, guarde los restos pensando darle alguna aplicación y finalmente a terminado como veis.

Por último, quedaba el minicampamento arqueológico. Unos restos Eldar siendo desenterrados dan algo de trasfondo a una mesa, un retazo de historia que puede justificar los combates.



Sobre un cartón, fui añadiendo elementos al tuntún: medio embalaje de un termómetro haría las veces de tienda de campaña del adepto arqueólogo, una tapa de jeringuilla con dos piezas de Land Speeder de proyector que ilumina los restos xenos del suelo. Para dar energía a ambos elementos, un primitivo motor de combustible fósil del que surge una manguera eléctrica que los conecta entre sí. Y en las piedras cercanas, unas mochilas con herramientas y/o víveres.

Me cebé en envejecer y hacer desconchones en la caseta, más que nada por probar diversas técnicas de como hacerlo, obteniendo resultados nefastos y alguno bueno.

En general hemos aprendido cosas útiles:

- Si vas a usar aluminio como base, hay que imprimar en negro antes de echar la arena, así se evitan brillos metálicos debajo de esta.
- Los platos de plástico o similar no valen como bases baratas para escenografía, se comban hacía arriba.
- El spray negro del bazar Chino es una buena compra cuando la imprimación no tiene que ser muy fina.
- El amarillo con una base previa de marrón no es un color tan engorroso de dar, aunque imprimes en negro.

Y poco más, ahora mismo tengo los tableros y lo necesario para pintarlos. Probablemente en semana santa me ponga a ello a destajo. Mientras, tengo en mente hacer más escenografía. Como se trata de un planeta minero Imperial, probablemente haga canalizaciones y silos donde se guarda el preciado liquido verde que los Monkeigh están extrayendo sin control.

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